Como desde hace una semana tengo fiesta por la tarde, aprovecho al máximo mi tiempo. Ayer viernes decidí dedicar un ratito a mis uñas, ya que realmente necesitaban mimos y cuidados varios desde hacía días.
Os cuento un secreto. Una de las partes de mi cuerpo que más odio son las uñas. Siempre he optado por esconderlas. Por naturaleza, son FEAS. Y lo digo con mayúsculas porque es así. No tienen forma determinada, tienden a nacer pequeñas y redondas y da igual lo que les haga, siempre van a quedar feas. No exagero.
Cada semana las limo y las pinto en un intento de embellecerlas un poquito. No pierdo mucho rato con ellas porque no tiene sentido. De vez en cuando, me gusta que me hagan la manicura para poder lucirlas unos días. El año pasado me decidí a probar la manicura semipermanente en un centro de belleza del centro de Zaragoza. Me encantó el resultado y la verdad es que perfectas me duraron un mes entero. Luego fueron perdiendo brillo y el color empezó a desintegrarse...
Por entonces, me hicieron manicura francesa. Al principio, genial, pero cuando se te empieza a ir...la francesa no queda nada bien.
El otro día, me llegó una promoción de una página llamada CUPONLANDIA(¿la conocéis?). Es tipo Groupon, Groupalia, etcétera y es que yo estoy apuntada a todas las que hay. Otro día os hablo de esto. Ofertaban manicura completa + esmaltado semi permanente por 12 euros. Como llevaba tiempo pensando hacerlo y ví que costaba eso (de normal cuesta de 20 para arriba) lo compré.
El sitio se llama Bamboo Estilistas y el local está situado en la Calle Pablo Neruda. También es peluquería y creo que todo lo que haga falta porque hubo un momento que creía que moría del agobio de gente y actividades que estaban haciendo ahí dentro.
El sitio no me lo esperaba así. No es muy grande y la zona de la manicura está justo en la puerta, donde todo el mundo pasa y te ve. Conté seis personas atendiendo a seis clientas y cuatro personas, incluida yo, esperando a ser atendidas. Todo muy apretado y asfixiante.
Nada más entrar, me dicen que hay una media hora de retraso. Vuelvo a la media hora y...se convierte en UNA HORA. Menudos nervios se me pusieron. Me pregunto si esto es normal allí o lo hicieron conmigo por ir con cupón. Sospechoso.
Cuando me atendieron, todo fue perfecto, eso sí. La chica que me hizo la manicura no podía ser más simpática. Mi manicura consistió en:
1. Quitarme el resto de esmalte que tenía, y encima rojo.
2. Limarme las uñas para darles forma.
3. Me pusieron un producto quitacutículas. Las reblandece y así pueden retirarlas fácilmente.
4. Me pusieron una crema.
5. Me retiraron las pielecitas que se ponen alrededor de la uña y que ODIO A MUERTE.
6. Me echaron un quitagrasa (era como un boli), para que la uña quedara limpia.
7. Aplicaron un producto transparente que parecía esmalte y que intuí que era una especie de "pegamento".
8. Metí las manos en el secador especial para este tipo de manicura.
9. Tras elegir color (me decidí por rojo pasión) me pusieron dos capas y otra vez a meter mano en secador.
10. Luego, me aplicaron brillo estupendo genial y otra vez al secador.
He de decir, que dentro del secador estaba unos 30 segundos, no más. Tras el paso 10...mis uñas estaban perfectamente esmaltadas. Ya podía tocar, mojarme o lo que quisiera. Imposible que se fueran.
Es más, si me pongo quitaesmalte sobre mis uñas, no se va el color!!! ¿A que es una pasada?
Los productos que usaron todo el rato, incluido el color del esmalte son de la marca PEGGY SAGE. La he visto en DARCOS. De hecho, mi madre se compró unos productos de maquillaje de esta marca y reconozco que la barra de labios rosada es mi perdición!!!
Os dejo la página: http://www.peggysagebcntienda.com
Así que como resumen: No me gustó nada la espera de una hora, pero el resultado de la manicura es espectacular. Os pongo fotos, pero no se distingue bien el brillo y el color. Os podréis hacer una idea.
* Por cierto, aunque lo he puesto todo como muy bueno, también he de decir que es un tratamiento bastante agresivo para las uñas. Hacerlo una o dos veces al año está bien, pero a menudo podría destrozarnos las uñas. Precaución, amigo conductor.
C u!
R.
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